En Nochebuena, cuando las televisiones
retransmitían el primer discurso del Rey Felipe VI, una bola de fuego atravesó
España de punta a punta como si se tratara de una señal llegada del cielo. La
bola entró por la frontera entre Murcia y Almería, atravesó la
península en diagonal para acabar en el Atlántico.Los científicos le llaman
un bólido rozador, una roca que entra en la atmósfera terrestre
para después volver abandonarla y continuar su camino alrededor del Sol.
Cuando se encontraba a unos 100 km de
distancia de la costa gallega abandonó la atmósfera terrestre como
si se tratara de una piedra que rebota contra el agua. En total, recorrió
1.200 kilómetros en un minuto.Este acontecimiento no se ve con frecuencia aunque se produjo uno parecido el 29 de marzo de 2006 sobre
Japón, con similar brillo, distancias y alturas.
Algunos de los afortunados que
pudieron verlo decían que parecía una estrella de Belén.
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